"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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14-12-2013 |
Es el voto, pero NO el que el alma pronuncia
En el Nro. 1074 (5/12/13) de Posta Porteña se publica una nota de Gonzalo Abella en que aclara algunas posiciones suyas sobre las próximas elecciones y las posibles alternativas. Estos intercambios de ideas arrancan con una nota suya en Facebook en que sostiene que el PT se equivoca al no plegarse a AP/UP (la opción que él integra) porque (y estas son palabras suyas en esta nueva nota) “sólo la UP-AP tiene posibilidades de obtener representantes parlamentarios...” . Y dice que eso marca la diferencia, “una mayor dosis de sentido común”.
Veremos luego lo que dice sobre cómo serían esos parlamentarios, en todo caso lo tomo como parte de su promesa electoral, pero empecemos sin eso por ahora.
Sentido común y elecciones
Seamos justos con el pobre Gonzalo que ya con bastante bagayo tiene que cargar y no le atribuyamos a sus palabras más de lo que quiso decir. No creemos que quiera defender, por ejemplo, el “sentido común” de los Mensajes de la 36 . Está hablando exclusivamente de que UP-AP logre algún parlamentario.
No estoy tan seguro de que tengan esa posibilidad. Recordemos que el mismo argumento lo manejó Gonzalo en las elecciones pasadas, y AP estuvo más o menos en un tercio de los votos necesarios, con un caudal equivalente al voto “blanco-rosado”, es decir la parte más visible de la izquierda (tan “verdadera izquierda”, tal “única izquierda” como AP) que no acompañó a AP. De modo que, Gonzalo, eso de poseer “una mayor dosis de sentido común”, no sé.
Lo que sí podría yo aseverar es que AP está más cerca de alcanzar una representación parlamentaria que otros sectores de la izquierda extra-frentista. Algunos (caso del PT) porque tienen un grado mucho menor de desarrollo organizativo y de recursos mediáticos., Otros, porque ni siquiera se proponen ese objetivo.
Comparto con Gonzalo, con AP-UP, y también con el PT, que una representación parlamentaria en determinadas condiciones podría ser útil a la lucha política revolucionaria. Podría. No necesariamente tiene que ser así. Con sacar diputados no alcanza para que esos diputados sirvan para algo.
Pongamos dos ejemplos, ambos muy “alevosos”.
Uno . En Argentina el FIT (en el que es mayoritario el PO, organización política de referencia de nuestro PT del otro lado del charco) obtuvo un resultado electoral y una representación parlamentaria relativamente importantes para lo que es la izquierda argentina., y mucho más importante en términos porcentuales de lo que AP-UP podría pretender con o sin sentido común. Y al otro día de las elecciones ya empezaron las disputas internas por cuestiones formales de organización del “bloque parlamentario”, y el FIT está al borde de la fractura.
Otro . Dice Gonzalo que esos parlamentarios serían “disciplinados a una voluntad colectiva y servidores desde un lugar visible a las causas populares, sociales, ambientales y antiimperialistas”. Eso sería, decíamos, parte su promesa electoral. Pero recordemos que el 26M (grupo mayoritario dentro de AP-UP) ya tuvo un representante parlamentario: Raúl Sendic (h) . ¿A dónde hay que ir a reclamar la garantía? Ni hubiéramos mencionado el tema si no anduviese Gonzalo tan empeñado en que le compremos un producto garantizado
Constanza Moreira no es Constanza Moreira. (Otra vez lo mismo)
Pero en realidad, de lo queremos hablar aquí es de la distinción muy tajante que hace Gonzalo entre “nuestros hermanos de intemperie y de dignidad” por un lado (militantes de izquierda que no acompañan a AP-UP) y Constanza Moreira por el otro.
Ocurre que en mi nota “ Polémica entre compañeros presidentes” en Posta 1072 dije: “aclaro que firmé el pedido del PT para presentarse a elecciones y les dije a los compañeros que no tengo inconvenientes llegado el caso en integrar la lista. Y aclaro también que en octubre 2009 voté al Partido Humanista dentro del lema Asamblea Popular. Y tal vez vote a Constanza en las internas”
Ahora dice Gonzalo: “También extendemos nuestro respeto a esa militancia frenteamplista consciente del desastre pero que aún cree que este FA tiene arreglo... [pero] La senadora cumple una vieja función [de...] ser el “rastrillo de izquierda” que devuelve votos a un redil que se debilita”
De modo que por las dudas vamos a aclarar un poco más.
Yo nunca creí que el FA “tuviese arreglo”, nunca. Mi participación en él fue exclusivamente una opción táctica , y siempre lo dije abiertamente incluso en los organismos del FA. Milité allí, aun discrepando con su orientación política, mientras fue una fuerza política de oposición , aunque eso fuese relativo. El día que llegó al gobierno me fui (a diferencia de compañeros de AP-UP que quedaron)
La opción táctica de militar dentro del FA para tratar de formar en su seno un polo de acumulación revolucionaria para romper en mejores condiciones, no fue una idea exclusivamente mía. Fue compartida por muchos compañeros. Tuvo mucha presencia, incluso electoral. No era una forma de "entrismo" , aclaremos. Fue una opción política auténtica gestada dentro del FA como producto de sus propias contradicciones
Los resultados a la vista dicen que no funcionó. Me equivoqué
Pienso sin embargo, que algunos se equivocaron más que yo. Los que integraron direcciones políticas de sectores y callaron lo que allí pasaba, por ejemplo. Los que pactaron con los que ahora están en el gobierno para obtener un diputado con votos prestados, por ejemplo (y ya vemos en qué resultó eso).
Me equivoqué, pero yo no creo haber traicionado los principios. Y si voto (que aún no sé si lo haré) por Constanza en las internas (en las internas, ni se me ocurre votar por el FA en las elecciones) creo que no traicionaré con eso ningún principio. Vamos a aclarar esto debidamente
Significado(s) de “voto”
Esto dice el Diccionario de la Real Academia sobre “ voto ”:
“Expresión pública o secreta de una preferencia ante una opción. Gesto, papeleta u otro objeto con que se expresa tal preferencia”. Pero luego agrega otros significados: “Ofrenda dedicada a Dios o a un santo por un beneficio recibido. Promesa que se hace a la divinidad o a las personas santas, ya sea por devoción o para obtener determinada gracia. Cada uno de los prometimientos que constituyen el estado religioso y tiene admitidos la Iglesia, como son la pobreza, la castidad y la obediencia”.
En política el voto es un instrumento . Significa simplemente una forma de participar en una decisión, de manifestar una preferencia entre algunas opciones posibles en una determinada situación. Las preferencias son siempre relativas, las opciones posibles son siempre limitadas. Las motivaciones e intenciones que deciden cada uno de los votos particulares pueden ser muy variadas y complejas. Y el instrumento se agota en sí mismo.
Cuando participamos en elecciones en el marco de la democracia representativa burguesa usamos un instrumento que para nosotros resulta ser muy débil y pequeño para incidir en la política, ¡Tenemos tan pocos instrumentos para eso, y además tan débiles y pequeños! Usemos lo que podamos sin tanto drama, saquémosle el provecho que se pueda en cada circunstancia.
Pero algunos compañeros le dan al instrumento político la carga de un juramento religioso, una promesa sagrada que involucra nuestras más profundas convicciones. Y el “uso vil ” de esa cosa tan sagrada sería una profanación, una traición a los principios.
Hay algunos problemas cuando pensamos de ese modo, pues nos estamos refiriendo al voto que se emite en el sistema representativo de la democracia liberal burguesa
Los partidos burgueses, por cierto, no consideran eso ningún “voto sagrado” ni mucho menos. Compran votos, venden votos, invierten en votos y contabilizan resultados en votos como cualquier mercancía. Y aplican estrictamente la fórmula D-M-D', en este caso D-V-D'
¿Deberíamos ser nosotros los que le demos a las instituciones de ellos una valoración que ellos no le dan?
¿Y la gente? Porque se supone que el voto es, para los que no creemos en esa “democracia”, en el mejor de los casos, con suerte y viento a favor, un instrumento para llegar a la gente con nuestro trabajo político.
En los países en que el voto no es obligatorio hay a veces coyunturas especiales en que se registran altos índices de votación, cuando la gente siente que se puede estar decidiendo esa vez algo importante. Pero la tendencia general no es esa, es a la baja participación electoral.
En Uruguay el voto es obligatorio, y hay alta participación electoral. Tradicionalmente, el voto en blanco no es importante. Creo que es muy difícil que llegue a serlo, y en todo caso no de esta manera, con el casi nulo trabajo político del “partido NBA” (voto nulo-en blanco-abstención) que tiene sus defensores en Posta.
El voto en blanco o nulo, a veces , puede despegar en algún escenario y ser importante como síntoma de lo que se podría estar gestando, como en las legislativas de Argentina octubre 2001 (26%); dos meses después estallaría la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre. Pero si no se está gestando algo así ¿qué ganamos con pretender un síntoma de lo que no es? Y si se estuviese gestando algo así en Uruguay 2014 (¡no me parece!) ¿no sería mejor pensar en qué vamos a hacer después ?
Sospecho que el voto en blanco no crecerá mucho. La mayoría de los votantes van a las urnas en parte obligados y en parte por un pequeño interés político que aún queda. Y “ya que están”, es probable que terminen optando por un voto desencantado y sin entusiasmo pero por alguna de las opciones que se presentan
Eso, precisamente eso, me pasó a mí en octubre de 2009, y ya que estaba voté por Asamblea Popular. ¿Te satisface ese voto, Gonzalo? ¿Para eso se presentan a elecciones?
Habrá también una parte de indignados que prefieran votar el blanco como rechazo hacia todos. No fue mi caso, porque manifestar mi indignación en el voto tampoco me entusiasma; ¿no podría haber un mejor destino? (para la indignación, no para el voto). (Recuerdo sin embargo mi voto en el 71, víspera del golpe, aparición del FA, el grupo político al que pertenecía, el MUSP, había sido desmembrado. Puse un papel higiénico en el sobre. Nunca salí del cuarto secreto tan satisfecho )
El reciente Congreso del FA, Constanza y Tabaré no son Constanza y Tabaré
Vamos al tema Constanza Moreira. Comparto todo lo que dice Gonzalo sobre su comportamiento político. Pero veamos lo ocurrido en el Congreso del FA.
Un 63% votó por Tabaré, un 23 por Constanza y un 10 en blanco.
En notas pasadas sobre estos temas cometí un error, subestimé la cobardía de la burocracia frentista . Muchas de las cosas de las que hablé referidas a la candidatura de Tabaré demostraron ser ciertas, pero en una dimensión menor a la que yo les atribuí, es así.
La burocracia frentista no debería tener temor alguno de los viejos partidos burgueses tradicionales; la burguesía apuesta a la continuidad del gobierno frentista antes que a un problemático recambio hacia atrás que aún no es necesario .
Pero si la burguesía no quiere arriesgarse, la burocracia frentista menos . Su mentalidad conservadora no está preparada para ningún tipo de “renovación” que podría significar un riesgo de descontrol. Eso fue lo que subestimé.
Y han vuelto a traer a Tabaré Vázquez de la puerta misma del sarcófago.
Obviamente, este Tabaré 2014 es una sombra patética del Tabaré 2004, siendo ambos creación de la burocracia frentista y no otra cosa. No hay nada ya del “líder carismático”, esta vez será un voto tan desencantado y aburrido como por cualquier otro burócrata de la política más convencional. Otra cosa no se podría conseguir en este contexto histórico, por más cosmética política que se meta.
Hubo un 10% de votos en blanco en el Congreso del FA.
Sentido común . ¿Es esta una maniobra de “rastrillo por la izquierda” del aparato? Obviamente no, se trata de una manifestación directa y espontánea del malestar de la militancia frentista con el aparato. ¿Síntoma de qué? Todavía no lo sabemos.
Pero el 23% de Constanza más que duplica ese 10% de malestar. ¿Habrá allí un “voto ya que estamos” expresión del mismo malestar de otra forma? ¿”Rastrillo de izquierda” armado por el aparato? Hay solamente un sector político del aparato frentista detrás de la candidatura de Constanza, el PVP.
Sentido común . ¿Podrían el PVP y el PST obtener el 23% del FA? Obviamente no, hay allí un componente de malestar de la militancia, más allá de cualquier maniobra de aparato. Tabaré no logra triplicar a Constanza, y apenas duplica a la suma de Constanza y el voto en blanco.
Y todo esto hablando exclusivamente de candidaturas, sin considerar la disputa programática en la que la disidencia dentro del Frente perdió, pero es evidente que peleó
Pero peor que eso aún, los dos tercios de Tabaré son tal vez fraudulentos, producto de alguna “simplificación” en el conteo de los votos al tuntún y como conviene. Todo indica que fue así. ¡Una vergüenza!
Dijimos hace diez años que Tabaré era el “jefe distribuidor” que la burocracia frentista necesitó para llegar al gobierno en forma disciplinada y no matarse entre ellos por el reparto del botín. Hoy ya no lo necesita para eso, las distintas fracciones de la burocracia llegan a acuerdos entre sí sin necesidad de un monarca, y el liderazgo de estilo negociador de Mujica es más apropiado a esta nueva situación. Pero le encontraron a Tabaré otra función: ponerle el sello a cada acuerdo adoptado. Así, cada vez que Mujica toma una decisión polémica (tributación, marihuana, educación, etc.) y la oposición lo ataca sale Tabaré a decir “yo estoy de acuerdo con el Pepe”.
Hubo un caso en que no lo hizo: retiro de las tropas de Haití, no dijo ni palabra. ¿Por qué? Es obvio, porque se trata de un tema que estaba aún en disputa entre la “fracción Almagro” y la “fracción Menéndez” (que son en realidad cabezas visibles de dos sectores del aparato). Tabaré no habla por Tabaré, habla por la burocracia.
Volvamos a Constanza y a votación en el Congreso.
¿A dónde va esto? No lo sabemos todavía. ¿Hay aquí un componente de maniobra aparatista, neo-maquiavélica? Sin duda. Pero ¿es eso lo único que hay?
No lo creo, me parece que también hay allí un fenómeno que manifiesta un malestar real de la militancia frenteamplista, que ha encontrado casi por casualidad una boca de salida a su malestar, y que para poder aparecer en ese escenario ha debido aceptar a desgano algunas reglas de juego que implican también la rebaja programática y los compromisos protocolares de apariencia , posar para la foto, etc. Por ahora es así .
¿Y qué vamos a hacer al respecto?
Alguna política hay que tener hacia ese malestar frenteamplista. En mi nota anterior hablaba de la posibilidad de usar el voto en las internas para apoyar esa búsqueda un poco a tientas que hace ese sector de la militancia. Aún es pronto para tomar una posición definitiva, pero no encuentro razones para descartar de entrada esa opción.
La aparición de Constanza ¿es indicador de ese malestar y de nada más? Vayamos de nuevo al famoso sentido común .
¿No es acaso también un indicador de la incapacidad de la izquierda extra-frentista (dentro de la cual me incluyo) de atraer y ofrecer una propuesta aceptable a la militancia frenteamplista disidente? Más, teniendo en cuenta que Constanza candidata disidente aparece ahora, pero nosotros hace décadas que estamos empantanados.
Partiditos y puestitos
Ahora volvamos al principio. Las críticas de Gonzalo a la proliferación de “partiditos”, que restan fuerza a la única opción que tiene posibilidades de llegar al parlamento. ¿No es eso lo mismo, un índice de la incapacidad de la izquierda extra-frentista?
En mi nota anterior usé la metáfora de los “puestitos” de la canción “La que sirve” de Leo Masliah.
Veamos por ejemplo el caso de las mesitas que se instalan en la puerta de un supermercado. Imaginemos que los puesteros despotriquen contra los clientes que entran en el supermercado. “¡Ustedes son unos ingenuos, el supermercado les está robando, les cobra caro y les vende mercaderías de mala calidad!”
¿Vamos a creer que los clientes no saben eso? Tal vez alguno tuvo una ilusión con el supermercado el día que se inauguró, pero no ya luego de nueve años. Lo que ocurre es que los puestitos no les cubren sus necesidades.
Pero si todos los otros puestitos desaparecen -dice uno- los clientes me comprarán solo a mí que soy el que tiene posibilidades a llegar a ser como una góndola del supermercado.
¿Y qué hago con una góndola?, dice el cliente. ¿Qué hago con UNA banca del parlamento si ni siquiera con el parlamento entero tengo el poder?, digo yo.
Esos puestitos en la puerta son en realidad parasitarios del supermercado. Los revolucionarias que usamos las instituciones democrático-burguesa para nuestro trabajo político somos parasitarios de ellas, no nos engañemos. Lo somos ya desde el momento en que nos presentamos a elecciones dentro de ese régimen y en cierta forma lo convalidamos .
Pero los puesteros no van a la puerta del supermercado porque quieran hacerle el juego ni porque tengan ilusiones ideológicas supermercadistas. Van porque es el lugar donde pueden conseguir clientes.
¿Y nosotros? Tal vez haya también alguno que diga: Yo ni loco me paro en la puerta del supermercado para hacerle el juego, pongo mi mesita en el rincón más alejado de la ciudad. Los clientes que van para el supermercado no me interesan, primero que rompan con la alienación consumista.
Ahora bien, si los clientes del supermercado empiezan adentro a protestar por la mala calidad de la mercadería ¿no habría que prestar atención al fenómeno?
¿Y si aparece gente que quiere hacer una feria, o una periferia, una cooperativa de consumo, una venta por Mercado libre en Internet? Seguramente los del supermercado sí les presten atención, llamarán a combatir el informalismo, la competencia desleal y la evasión fiscal
Pero nosotros, así no se trate de nuestro puestito, si reprimen a los “informales” debemos defenderlos
Un ejemplo vivo
En alguna oportunidad intercambiamos ideas por este medio sobre el voto en blanco. Una de las objeciones de los compañeros de UP-AP es que el voto en blanco “no tiene color” , puede ser de izquierda o de derecha, por desinformación, desinterés, todo mezclado y no hay forma de identificar al voto en blanco “dignidad” como lo llaman otros compañeros; por ende se pierde, no sirve de mucho. (Decía Gonzalo: el que lo va a interpretar va a ser el Sordo ).
Ante eso he preguntado a mi vez ¿y por qué no darle color al voto en blanco? En las elecciones pasadas el voto “blanco-rosado” fue un voto en blanco por la izquierda claramente identificado. ¿Y ahora?
Una iniciativa de plebiscito departamental contra la megaminería en Tacuarembó ha sido desmontada hace poco desde el poder. Tarde mejor que nunca, se acaba de lanzar la iniciativa de plebiscito nacional por una reforma constitucional.
¿Qué nos llama la atención en esto? (¿O no nos llama la atención tal vez, si somos malos?)
Que este plebiscito ha sido dejado a la buena de Dios por los militantes que defienden la participación en las instituciones burguesas. Están abocados solamente a UNA participación en esas instituciones: su campaña electoral y nada más.
Mientras reprimen a estos “ambulantes”, cada puestero se queda cuidando su puestito, para no distraer fuerzas, no sea que por ayudar al otro se pierdan de atender a algún cliente.
Y cuando aparece otro puestito, peor: ¡ Qué hacés! ¿No ves que me estás quitando clientes y no me dejás crecer?
Y de ellos y de tantos otros nos dice Gonzalo: “son nuestros hermanos de intemperie y de dignidad.... después [o sea después de las elecciones] los vamos a encontrar en la calle”.
Ese es el problema precisamente. Se prioriza a tal punto la acumulación electoral de cada grupo que “lo demás” se posterga.
Un compañero argentino señalaba por ejemplo que el FIT estaba festejando su triunfo electoral (mucho mayor de todo lo que podría lograr acá UP-AP, por otra parte) y no tomaron a tiempo una posición sobre los sucesos de Córdoba
Participar en las elecciones está bien. Postergar las acciones combativas unitarias por temas electorales ESTÁ MUY MAL.
” ... los vamos a encontrar en la calle”.
“ We'll meet again / don't know where / don't know when / But I know / we'll meet again / some sunny day!!!”
No amigos, no. No me vengan con some sunny day , vamos a encontrarnos en la calle ahora
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